Usar las habilidades del diseñador puede transformar la forma en que las organizaciones desarrollan productos, servicios y experiencias, pero también permite a otras personas que no son diseñadores, usar herramientas creativas para abordar sus propios desafíos. Vivimos y trabajamos en un mundo con sistemas conectados, donde muchos de los problemas a que nos enfrentamos, al igual que las empresas, organizaciones educativas o gubernamentales, son diferentes, dinámicos e inherentes a nosotros, y es por esta razón, por la que el diseño y la creatividad son fundamentales para poder encontrar soluciones innovadoras a una gran variedad de desafíos.
El diseño no es solo un proceso o unas herramientas para resolver problemas, es también una manera de hacer y ver las cosas, y que nos puede ayudar a estimular la creatividad y la experimentación, mejorar la comunicación y la empatía, desarrollar una mejor reflexión crítica, o incluso a adquirir un pensamiento interdisciplinario, y es que el diseño va dando forma a los comportamientos y decisiones, y estos se van convirtiendo, poco a poco, en la cultura de una organización. Ciertamente a veces se cometen errores o los resultados no son los esperados, pero de lo que no hay duda, es del impacto que está teniendo el uso del diseño, que nunca ha sido mayor como en la actualidad.
El diseño en la actualidad
La práctica del diseño hoy es cada vez mayor al igual que su interés, y es normal que con esto también aparezca la crítica, creándose aún ciertos debates entre la gente sobre su definición, uso o valor, y es algo que nos sigue sorprendiendo mucho, máxime con toda la información a la que tenemos acceso, pero también pensamos, que tal vez, esta pueda ser la principal razón. Como diseñadores tenemos el compromiso e interés en esta discusión, y la responsabilidad de contextualizar su valor en el momento presente y, lo que es más importante, en el futuro.
Hemos visto el poder transformador del diseño, y en ocasiones, como se usa de una manera superficial o sin los conocimientos adecuados
Fran Rocha
Hemos aprendido mucho a lo largo de los años y nos gustaría compartir nuestras ideas y lo que sabemos, también hemos visto que el diseño transforma vidas y organizaciones, y en ocasiones, más de las que hubiéramos querido, como se usa de una manera superficial o sin los conocimientos adecuados, provocando una imagen algo distorsionada de su uso y utilidad, y esto es algo que ciertamente nos preocupa. El uso del diseño requiere formación, disciplina y práctica, nosotros hemos seguido este camino, algo que nos ha permitido desarrollar herramientas con las que poder guiar a otros.
Mentalidad de diseñador
Somos una oficina de diseño y naturalmente tenemos una mentalidad con la que hacemos las cosas debido a nuestra profesión, y esto condiciona la forma de explicar las aplicaciones y la utilidad del diseño, para que otros también puedan practicarlo. El diseño utiliza actividades creativas para fomentar la colaboración y resolver problemas centrados en las personas, y lo hacemos adoptando una mente de principiante, con la intención de permanecer abiertos y curiosos, no asumiendo nada, y viendo la ambigüedad como una oportunidad.
Pensar como un diseñador requiere tener ideas locas, tomarse el tiempo para experimentar y probar, y estar dispuesto a fallar pronto y con frecuencia. La mentalidad del diseñador abarca la empatía, el optimismo, la iteración, la creatividad y la ambigüedad, y lo más importante, el diseño mantiene a las personas en el centro del proceso. Un diseñador sabe que mientras se mantenga enfocado en las personas para las que está diseñando y las escuche directamente, puede llegar a soluciones óptimas que satisfagan sus necesidades.
El diseñador tiene un proceso que repite una y otra vez, adquiriendo la confianza y la resiliencia necesaria que le hace ser cada vez más ágil y eficiente en su trabajo, y algo de esto nos gustaría compartirlo. Cualquiera puede acercarse al mundo como un diseñador y aprender a solucionar problemas, pero esto necesita orientación y de las herramientas adecuadas. Creemos que todas las personas son creativas, y que la creatividad no es tener la capacidad de dibujar o componer, sino una forma de entender el mundo.
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